martes, 22 de abril de 2014

LA EXPERIENCIA ORGANIZATIVA DE LOS TRABAJADORES TERCERIZADOS EN CLARO COLOMBIA (I)

 
A continuacion el texto del articulo aparecido en la edicion numero 90 de la revista Cultura y Trabajo de la Escuela Nacional Sndical, dedicada al analisis de politicas publicas de trabajo decente. En este sentido cabe una profunda reflexion entre los trabajadores Colombianos sobre la urgencia de abrir las puertas del sindicalismo al cada vez mayor contingente de trabajadores tercerizados en todos los sectores de la economia.




Las formas de organización empresarial y vinculación contractual informadas en los actuales enfoques de la gestión empresarial y las reglas de juego económico impuestas por la globalización, han implicado una grave afectación a los derechos de los trabajadores en todo el orbe. La estructura laboral Colombiana es una clara manifestación de este fenómeno, pues de entre 21 millones de trabajadores solo 7 millones tienen una relación laboral propiamente dicha materializada en un contrato de trabajo y al menos 6 millones más están en el umbral de las relaciones laborales ilegales. Interesa en particular analizar las implicaciones en las posibilidades de organización de los trabajadores en sindicatos de la tercerización laboral, en un contexto de adopción masiva de esta figura para eludir responsabilidades salariales y prestacionales directas con la fuerza de trabajo, apuntalando por esta vía los resultados económicos de las grandes empresas.



Trabajadores tercerizados: quiénes son y cuáles son sus problemas



El trabajo tercerizado, aunque se implementa a través de diversas formas contractuales y empresariales, tiene por rasgo distintivo la configuración de un triangulo, que tiene por vértices a la empresa que externaliza trabajo, la empresa que realiza ese trabajo externalizado, y el propio trabajador externalizado, de modo que el trabajador no se entiende con el beneficiario directo de sus servicios sino con un intermediario que se dedica a un área de negocio de interés para la empresa beneficiaria. Segmentos enteros de desarrollo empresarial han emergido dentro de este esquema, como el caso de la subcontratación de procesos de negocio -BPO-, subcontratación de procesos basados en conocimiento -KPO- y la subcontratación de procesos basados en tecnologías de la información -ITO-, en el caso de empresas que ofrecen abiertamente en su portafolio de servicios, la externalización de actividades. Otros considerados tradicionales han crecido sensiblemente, en un hecho sintomático al parecer de su utilización como mecanismos para encubrir trabajo tercerizado[1]

Otros tantos negocios se estructuran como empresas convencionales con funciones especificas antes desarrolladas por una gran empresa matriz, de la que derivan la casi totalidad de sus ingresos, para la que prestan exclusivamente sus servicios y que generalmente, son creadas por personas cercanas a la alta dirección de la empresa matriz. Si bien interesa identificar la ruta para garantizar el derecho de asociación en todos los niveles descritos, es de interés particular la posibilidad de sindicalizar trabajadores externalizados a través del último caso descrito, al servicio de grandes empresas que generan tentáculos corporativos a su servicio, incluso para actividades del área de negocio definida en su objeto social.

Dado que los trabajadores de funciones no misionales pueden ser rehuidos por parte de la empresa que recibe sus servicios en cuanto a sus responsabilidades contractuales, son de gran interés los mecanismos que permitan construir una estrategia de afiliación sindical entre trabajadores tercerizados con relación a los cuales hay motivos para pensar que son objeto de alguna forma de tercerización ilegal, por dedicarse a funciones que están en el área de negocio de la empresa beneficiaria, y cuya aspiración principal es el establecimiento de un vinculo laboral directo. A este respecto el establecimiento de figuras como unidad de empresa entre  el beneficiario y sus tercerizadoras y la eventual responsabilidad económica solidaria que pueda caber a la empresa matriz son claves. Si bien muchas veces se puede identificar intuitivamente la existencia de relaciones de tercerización en funciones misionales, es importante hacer uso de  los dispositivos jurídicos y prácticos de identificación de este fenómeno para entender como aproximarse a los trabajadores con una propuesta de afiliación pertinente, minimizando los potenciales efectos negativos sobre el trabajador  sindicalizado. 

En cuanto a su perfil, dependiendo del sector económico y la actividad especifica que realice, la tercerización es un fenómeno que no discrimina, pues cubre a hombres y mujeres de un amplio espectro de edad, con una especial incidencia entre trabajadores jóvenes, que al estar ingresando apenas al mundo del trabajo, ante el apremio económico y la falta de experiencia o capacitación, no tienen más que ingresar al mercado del trabajo bajo cualquier figura, en momentos donde “la tasa de empleo tercerizado alcanza al 51% de la población ocupada asalariada” (ENS, 2013) para el año 2012. El fenómeno de la tercerización sigue siendo de este modo una zona oscura para la política de formalización laboral en que el estado afirma estar empeñado desde el año 2010, a pesar de los avances parciales registrados como parte de acuerdos de formalización a raíz de la aplicación de la ley 1610 de 2013 o en el contexto de procesos de negociación entre trabajadores y empresarios.


Rutas posibles para una estrategia organizativa entre trabajadores tercerizados: el caso de la Unión de trabajadores de Claro y las TIC

La campaña de afiliación desarrollada para Unión claro y TIC durante el año 2013, incorpora elementos más allá del mero acto de afiliarse: acompañamiento en el diseño e implementación de acciones dirigidas a aumentar la membrecía, identificación de los principales problemas laborales y elaboración de los respectivos pliegos de peticiones, asesoría durante el proceso de negociación, interposición de recursos legales de acuerdo a la necesidad,  elaboración de pronunciamientos, comunicaciones, informes y demás materiales escritos, difusión de la problemática en medios de comunicación al alcance, entre otras. 

Manteniendo el foco del desarrollo de una campaña de afiliación entre los trabajadores directos al servicio de Claro, se desarrollaron acciones para fortalecer el sindicato entre las empresas tercerizadoras tanto de área comercial (venta directa de servicios del segmento hogar y soluciones fijas) como de área técnica (instalación de redes internas y externas). Se implementaron acciones en  varias empresas tercerizadoras, con diversos grados de desarrollo, destacándose el éxito de la experiencia en la empresa Mercattel, negocio dedicado al área técnica en el eje cafetero y el Valle del cauca, en donde ya existe una convención colectiva gracias a la actividad del sindicato desde el año anterior. 

Uno de los elementos centrales que se ha hecho cada vez mas explicito con el desarrollo de la campaña de afiliación por parte de la Unión de trabajadores de claro y las TIC, es la estructuración de un complejo entramado corporativo entre la empresa matriz -Telmex Colombia en este caso- y un inmenso grupo de empresas denominadas “aliadas”, dedicadas a la tercerización de procesos no solo de apoyo, sino propios del giro de negocio de esta empresa. Con el paso del tiempo, se han venido creando y fortaleciendo un extenso grupo de empresas con una supuesta independencia legal y de capital respecto de la empresa matriz, pero que trabajan con exclusividad para esta y derivan la totalidad de sus recursos de las funciones desarrolladas para Telmex Colombia, a través de contratos para la prestación de servicios tanto técnicos como comerciales, evitando a la empresa la vinculación directa a su nomina de miles de trabajadores e incluso, propiciando la migración de trabajos directos a tercerizados, disminuyendo su estructura de personal vinculado. Es así que diferentes empresas “aliadas” se han repartido el territorio nacional en aéreas de influencia, permitiendo la eliminación o impidiendo la creación de puestos de trabajo en Telmex Colombia para más de 10.000 trabajadores, que son sometidos a las duras condiciones en materia de inestabilidad laboral, bajos ingresos y precarias condiciones de trabajo que caracterizan usualmente al trabajo tercerizado.

La experiencia organizativa en empresas tercerizadoras al servicio de Telmex ha permitido contrastar las garantías y disposición para incorporarse a la actividad sindical por parte de los trabajadores tercerizados, donde de un lado juegan positivamente el cansancio de los trabajadores con los continuados abusos por parte de los empleadores y el mantenimiento de condiciones laborales realmente dramáticas y de otro en sentido contrario, la inestabilidad laboral, amenazas de los empleadores a los trabajadores que se decidan por organizarse y por supuesto, temor por perder su medio de sustento por causa de la persecución de los empresarios a los trabajadores sindicalizados con los consecuentes despidos. 

La estrategia utilizada para acercarse a los trabajadores y trabajadoras tercerizados ha sido básicamente el mismo: contactar a un núcleo de trabajadores (por vía informal -referidos, trabajadores directos- o mediante “tomas” a las puertas de las instalaciones de las empresas), exponer las ventajas de estar sindicalizados y particularmente la posibilidad de mejorar sus condiciones de trabajo por vía de la negociación de una convención colectiva de trabajo, proceder a la elaboración del pliego respectivo -mediante un ejercicio de identificación y priorización de sus principales problemas laborales-, deposito del pliego una vez construido y generación de un escenario de negociación. 

Los trabajadores tercerizados normalmente son renuentes a la idea del sindicato en el primer acercamiento, pues ellos mismos relatan que en ocasiones anteriores algunos de sus compañeros han insinuado esta posibilidad -la de conformar un sindicato- pero han sido despedidos de inmediato al ser identificados por parte de los empresarios. 

En este sentido el éxito de los procesos organizativos con tercerizados está asociada a: 
-          La consolidación de un núcleo de trabajadores con disposición a desarrollar el proceso en todas sus etapas y con conciencia de sus implicaciones: señalamientos, empeoramiento de condiciones de trabajo durante el proceso, eventuales despidos, etc.
-          Atención permanente de las inquietudes de los trabajadores, que permitan al núcleo de trabajadores más constantes asistir a sus compañeros y solucionar sus inquietudes, en función de que puedan posicionarse como dirigencia sindical nativa de la empresa.
-          Respaldo de parte de la dirigencia sindical -tanto seccional como nacional-, que visibilice la presencia de la organización, oriente y genere confianza en los trabajadores.
-          Acompañamiento jurídico continuo, ante la habitual reacción antisindical por parte de los empresarios. Se han empleado herramientas jurídicas para encarar prácticas como la negativa a negociar el pliego de peticiones, discriminación contra trabajadores sindicalizados, violación de derechos laborales, intermediación ilegal, entre otras, que refuerzan la estrategia organizativa y generan confianza entre los trabajadores, aunque como es natural, sus efectos no sean inmediatos por lo cual es necesario sintonizar a los trabajadores con un panorama de largo aliento en materia de de acciones jurídicas, movilización y visibilización publica de su problemática.
-          La preparación adecuada del escenario de negociación, donde su principal reivindicación como es natural, es la modificación de las formas precarias de vinculación a la empresa.


[1] Es el caso de las Empresas de servicios temporales EST, que pasaron de ser 552 en 2010 a 625 en 2011, pasando de emplear  1.141.646  trabajadores en 2010 a 1.462.586 en 2012. (CSA-CSI, 2013).

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