En relacion con la coyuntura electoral, un articulo de Felipe Marin, dirigente del MODEP y representante de los estudiantes ante el consejo academico de la universidad de Caldas.
"No nos hacemos falsas ilusiones. Ni por las elecciones los trabajadores conquistarán el poder, porque la burguesía no está dispuesta a acatar las mayorías parlamentarias. Ni toda la fuerza del pueblo se expresará en los resultados electorales. Sabemos que las elecciones nunca resuelven por si mismas los problemas de las clases, sólo los plantean." -
(Miguel Enríquez, Dirigente del MIR, durante un discurso en 1973)
Bajo la premisa fundamental que la participación
del campo popular en los espacios de la
institucionalidad burguesa no sirve ni
asegura nada por sí misma, que el uso de esta táctica debe SIEMPRE ligarse
efectivamente a la denuncia, la movilización y la organización de las masas,
inicia este articulo; puesto de otro modo se establece como punto de partida
frente a la cuestión del parlamento y las elecciones, que si no es como tribuna
de agitación del pueblo y sus necesidades, como espacio para desenmascarar las
políticas de las clases dominantes y sus
amos imperialistas y como mecanismo para impulsar de forma resuelta la más
amplia movilización de las masas (en el marco del proceso de acumulación y
reagrupamiento de las fuerzas
democráticas, patrióticas y anti-imperialistas) la participación de los revolucionarios en el
parlamento y el uso de los resquicios de
la democracia burguesa es estéril.
Esta es una cuestión de principios para quienes
quieren conquistar una sociedad radicalmente diferente a la imperante, el
camino del pueblo no participa de las
elecciones como lo hacen las clases dominantes o los oportunistas, que viven
pregonando que desde el parlamento burgués pueden conquistarse los cambios que
el pueblo necesita, no es la lucha electoral ni la única, ni la principal forma
de lucha en este periodo, para los revolucionarios ir al parlamento no es un
inamovible, el asunto de cómo y para que se va si, el problema de participar en elecciones o no, guarda directa relación con el nivel de
desarrollo de la lucha, el nivel de comprensión de las masas de su papel
transformador y el aporte que estar allí represente al avance general de las gentes más sencillas y su causa. No se valen, porque no funcionan en el
terreno de la táctica, recetas
abstractas y de corte estrategista que
pregonan la necesidad de ir por el poder para el pueblo y no se ocupan de
desbrozar el camino para llegar a él,
tampoco sirve el inmediatismo que no
liga correctamente el paso inmediato( la táctica electoral) con el horizonte
(la estrategia), el empleo correcto de las formas de lucha, sin recurrir a las
formulas o a las abstracciones, afincando las definiciones en el análisis
concreto de la situación concreta, es
imperativo para quienes creen que otra Colombia es posible, la Colombia
democrática popular y socialista.
La actual coyuntura electoral, se produce en el
marco de un proceso de reagrupamiento de las fuerzas populares[1]
por un lado, y de la profundización del neo-liberalismo, la entrega de la
soberanía a la voracidad de los monopolios imperialistas, la pugna
inter-burguesa entre Santistas y Uribistas por cual sector se pone al frente de
la dirección del estado, y la existencia
en las instituciones y la cultura de elementos propios de la ideología fascista, en medio de esta
condición se desenvuelve el proceso de paz y negociación.
El crecimiento en cantidad y calidad de las
movilizaciones del pueblo, se concretan en contundentes y masivas jornadas de lucha, sin
antecedentes en la historia reciente, que desde el punto de vista de sus
objetivos han ido más allá de las meras reivindicaciones económicasy han puesto
en el blanco aspectos centrales del modelo agenciado e implementado por las
clases dominantes: En la lucha contra la reforma educativa los estudiantes de
la MANE señalaron sin vacilaciones al modelo neo-liberal y mercantilista como responsable de la crisis de la educación
superior, pequeños y medianos agricultores denunciaron los tratados de libre
comercio y la desregularización del mercado en detrimento franco de la producción
nacional, como los grandes culpables de la quiebra del sector, los pequeños y
medianos mineros combatieron audazmente durante varias semanas el modelo de
entrega de los recursos, depredación del territorio y criminalización puesto en
marcha por Santos,bajo el nombre eufemístico de “Locomotora minero-energética”,
los obreros y trabajadores de Pacific Rubiales, la Drummond, Ecopetrol, VICAL
libraron importantes batallas para arrancar sus justas reivindicaciones a los
patronos, las madres comunitarias avanzaron en conquistas muy importantes para
su sector, los obreros y trabajadores tercerizados, vinculados a mega
monopolios y trasnacionales inician un proceso de organización y reivindicación
de sus derechos que precisa que una
posición clasista y consecuente se ponga al frente.
En suma, puede advertirse un cambio esperanzador en
el nivel y disposición de lucha de las
masas populares, que no obstante su importancia, no es suficiente todavía para
generar un cambio fundamental en la correlación de fuerzas y con ello una
situación revolucionaria en desarrollo,
las clases dominantes tienen todavía la sartén por el mango, y es tarea de los
revolucionarios quitárselo empleando para ello todas las herramientas a su alcance y dando
pasos para incorporar al campo de los luchadores a nuevos contingentes de
hombres y mujeres que con su participación en la lucha de clases, nos permitan
vencer la cuesta y generar un cambio definitivo en la situación política,
fieles al principio que las masas hacen la historia, que millones de Colombianos que aún no toman
partido activo en la contienda se pasen de manera definitiva para este lado de
la línea, es producto de la educación, el trabajo paciente, ladrillo a ladrillo, paso a paso que realizan los
revolucionarios, por convertir la brisa
fresca que empezó a soplar en una gran tormenta popular.
La tribuna parlamentaria y la participación de la coyuntura electoral
en este contexto (Para educar, movilizar, agitar y organizar), creemos puede
servir a la reconstrucción de las fuerzas democráticas en nuestro país, al
proceso de acumulación de fuerzas que requerimos , razón por la que llamamos a
participar de la contienda del 9 de Marzo, votando por candidatos y dirigentes
del pueblo, probados en las recientes jornadas de lucha y cuya historia y
programa político, representa la garantía de una participación “a lo
revolucionario” en el parlamento.
Invitamos a acompañar al Compañero Alberto Castilla
(Marcado con el número 9 en la lista del PDA) dirigente campesino del
Catatumbo, presidente del Coordinador Nacional Agrario, participe de los
recientes levantamientos rurales, que en su programa aboga por una reforma
agraria democrática, por un ordenamiento territorial al servicio del pueblo y
plantea una lucha abierta contra el modelo de extranjerización y mega minería
preconizado por las clases dominantes, y señalando sin titubeos la movilización
del pueblo y la lucha como las herramientas para hacer posible lo necesario.
También invitamos a respaldar al Compañero Iván Cepeda (Marcado con el número
10 en la lista del PDA) luchador por las libertades y derechos democráticos,
dirigente del movimiento nacional de víctimas, en cuyo programa plantea la
necesidad de avanzar en la lucha contra el fascismo y por la democracia,
ampliando para ello las garantías de expresión, organización y movilización.
En lo concerniente a la cámara de representantes
por Caldas, invitamos a conocer y apoyar al compañero Jhon Freddy Muñoz
(Marcado con el número 105 en la lista del PDA)
minero tradicional de Marmato, presidente de la federación de pequeños y
medianos mineros de Caldas y Risaralda FEPEMINCAR y tesorero de la asociación
de mineros tradicionales de Marmato ASOMITRAMA,
vocero de los mineros durante el paro nacional y destacado luchador
contra la minería trasnacional y los monopolios, en cuyo programa reivindica la
soberanía y su oposición al modelo minero impulsado por Juan Manuel Santos.
Este, (el electoral) es otro
frente de lucha que reclama participación de los revolucionarios, el campo
popular se juega en estas elecciones la posibilidad de tener en el parlamento
amigos del pueblo que ayuden a desarrollar sus luchas y a seguir reagrupando
las fuerzas, es cierto que no se trata del escenario principal de la
confrontación entre clases dominantes y masas populares, pero resulta
indiscutible que es una tribuna importante en el actual periodo, Lenin solía decir: “De aquí se derivan dos conclusiones
prácticas muy importantes: la primera es que la clase revolucionaria, para
realizar su misión, debe saber utilizar todas las formas y los aspectos, sin la
más mínima excepción, de la actividad social (dispuesta a completar después de
la conquista del Poder político, a veces con gran riesgo e inmenso peligro, lo
que no ha terminado antes de esta conquista); la segunda es que la clase
revolucionaria debe hallarse dispuesta a
reemplazar de un modo rápido e inesperado una forma por otra.”[2]Los
revolucionarios no saben cuáles retos y
nuevas formas asuma la lucha en el
futuro, cuales giros dramáticos de la historia nos moverán,
el tema está en permanecer e insistir, este alta o baja la marea.
[1]Después de
un periodo difícil durante el cual el fascismo encarnado en Álvaro Uribe Vélez propino duros golpes al
movimiento democrático y en el que todo un periodo de lucha se cerró y se abrió
uno nuevo
[2]
V.I Lenin, “La enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo”, titulo X
algunas conclusiones.
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