Por: Felipe
Marín Guzmán[1]
El bienestar Universitario en el sistema de educación superior refiere a
un conjunto de programas y acciones que articulan un sistema y tienden a asegurar las condiciones materiales
que propicien la permanencia de los estudiantes en la Universidad, ya que no es
suficiente con que el estudiante pueda entrar al sistema, es necesario velar
por que pueda mantenerse en él, puesto de otro modo: Sin bienestar universitario,el
derecho a la educación no es más que una enunciación retórica.[2]
En Colombia gracias a la política de las clases dominantes y al modelo Neo-liberal cuyas lógicas están en la
dirección del estado hace más de 20 años, no existen ya los derechos: existe el
servicio y no existe más el ciudadano: existe el cliente. [3]
El derecho a la educación en este país como sabemos es inexistente en la
práctica y unaambigüedad en la retórica,
por ejemplo:no hay que ser un genio para saber qué derecho y servicio no son lo
mismo, pero en Colombia al parecer la lógica elemental encontró excepción, de manera que
en una frase de nuestra
constitución se afirma que la educación es un derecho y una coma después se plantea
que es un servicio. La idea que derecho y servicio son la misma cosa ha servido
de sostén para la aplicación de una política que tiene a la educación superior
sumida en una profunda crisis en todos los órdenes, a la que el bienestar
universitario naturalmente no es ajeno.
El bienestar universitario en las universidades
publicas colombianas ha recorrido estos dos caminos: se le ha ignorado y
subvaloradomanteniéndolo como un asunto de tercera importancia en el sistema
educativo, y ha sido reformado bajo
lógicas gerenciales, hasta el punto que en algunas universidades de nuestro país
no se habla ya de Bienestar Universitario, pero sí de responsabilidad social,
como en cualquier empresa.
La Universidad de Caldas como parte del sistema universitario estatal,
aplica un modelo de bienestar universitario encuadrado en el esquema antes
descrito, tres aspectos demuestran esta afirmación:
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En primer lugar
en nuestra universidad bienestar es la cenicienta del presupuesto: De
130 mil millones anuales que suma el presupuesto total de la Universidad, solo
2 mil se invierten en Bienestar Universitario, esto es menos del 2%, como si
fuera poco el hecho de asignar recursos pírricos a este rubro , este renglón
del presupuesto inicia operaciones año a año
con saldo en rojo, es decir con una brecha de varios millones entre lo
que se necesita y lo que existe, esto obliga a lo largo del año a hacer varias adiciones para completar las necesidades de
esa dependencia, buscando recursos como
se pueda. [4]
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En segundo lugar y
derivado de lo anterior, con el escaso presupuesto la cobertura de los programasde Bienestar es
también escasa, probablemente en una universidad como los Andes en la que mayoritariamente se forman los
hijos de las más prominentes y acaudaladas familias del país, los programas de
bienestar universitario que otorgan
subsidios de alimentación residencias universitarias,
o becas por compensación pagadas a los
estudiantes no tienen la misma importancia que
en la Universidad de Caldas, en la que el 90% de estudiantes pertenecen
al estrato 1,2, y 3 y en la que asuntos como esos resultan
vitales para asegurar que un buen número de estudiantes pueda mantenerse
estudiando con un mínimo de necesidades básicas resueltas, el ejemplo palmario
de ello lo constituyen los subsidios de alimentación, que de 13 mil estudiantes solo benefician a
748, lo que equivale a menos del 6%, ni hablar de los programas técnicos,
tecnológicos y auto sostenibles ofrecidos en Manizales y las regiones para los
que bienestar universitario o simplemente no existe o se reduce a esporádicos programas
que buscan brindarle algunas pocas garantías.
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En tercer lugar, bienestar Universitario se orienta
por un enfoque según el que los programas puestos en marcha por esa dependencia,
son favores, regalos, dadivas que el beneficiario debe agradecer, lo que
claramente desvirtúa el derecho y hace por ejemplo que en la Universidad de
Caldas los subsidios de alimentación empiecen a funcionar dos meses después de
iniciar las clases, que las becas por compensación y monitorias se paguen meses
después de terminar el semestre académico, que los apoyos solicitados por los
estudiantes a la universidad para participar en congresos, simposios, foros
seminarios tengan toda clase de trabas y cortapisas para su aprobación, o que
los estudiantes deportistas además de no contar con escenarios adecuados para
sus prácticas deportivas, tengan que
lidiar con la falta de recursos para representar a la Universidad en las
distintas competencias.
¿Qué proponemos?
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Aumento en
la cobertura: Bienestar universitario debe ser un renglón presupuestal prioritario
en la Universidad, el gasto que en esta materia se realice debe crecer a partir
de recursos públicos, en ningún caso
apalancado en el cobro de matrículas u otras formas de autofinanciación,
debe generarse un plan ordenado que permita el incremento del presupuesto
asignado a bienestar y con el deben aumentarse el número de estudiantes que
gocen de los programas y modalidades de apoyo brindadas por la Universidad.
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Por un
enfoque de derechos: Es
necesario que los programas de bienestar se funden en criterios de calidad y
oportunidad, la satisfacción de los
derechos de los estudiantes debe ser lo fundamental, ello implica resolver
las inconsistencias que actualmente se presentan en los tiempos de ejecución de
los programas, deben disminuirse los trámites para acceder a apoyos económicos
para participar en eventos académicos y debe estimularse a través del apoyo
material efectivo, la concurrencia de estudiantes deportistas a competencias.
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Por un
consejo de Bienestar Universitario:Para viabilizar el aumento en la
cobertura , el enfoque de derechos y enfrentar la actual condición de crisis, haciendo
las reformas necesarias y generando participación de toda la comunidad
universitaria en la creación y ejecución de las políticas de esa dependencia: proponemos
crear un cuerpo colegiado en el que esté representada la administración,
estudiantes y profesores y que funcione como máximo espacio de discusión y
decisión frente a las políticas de bienestar universitario en la Universidad de
Caldas.
Pretendemos contribuir a través de estas líneas a la reflexión sobre este
importante tema, lo demostrado por el movimiento Multiestamentario el semestre
anterior es claro: ¡Vale la pena luchar!
Bienestar universitario es un aspecto en el que estudiantes, profesores y
empleados debemos avanzar, si queremos
mantener el carácter público de la Universidad y proyectar las conquistas obtenidas
como base de nuevos logros que beneficien a la comunidad universitaria.
[1]
Activista de la Federación Universitaria Nacional, FUN-Comisiones MODEP, vocero
nacional de la mesa amplia nacional estudiantil MANE y representante de los
estudiantes ante el consejo académico de la Universidad de Caldas.
[2]
Ver Exposición de motivos presentada por la MANE en: http://manecolombia.blogspot.com/2012/09/version-final-de-la-exposicion-de.html,
paginas 37-38
[3]
Ver: “La propuesta de reforma a la ley
30: un régimen de saber para el gran capital” Molano Frank en Revista
Izquierda N° 10, Pagina 30-36
[4] Cifras
tomadas de fuentes institucionales: VII
rendición de cuentas de la Universidad de Caldas, en: http://www.ucaldas.edu.co/rendicioncuentas/Informe7AudienciaPublicaRendicionDeCuentas2013-V5.pdf
Presupuesto Institucional 2014 enviado por la Oficina
de planeación al consejo académico de la Universidad de Caldas