martes, 13 de mayo de 2014

LA EXPERIENCIA ORGANIZATIVA DE LOS TRABAJADORES TERCERIZADOS EN CLARO COLOMBIA (II)

Segunda parte del articulo aparecido en la edicion numero 90 de la revista "Cultura y trabajo" de la Escuela Nacional Sindical.


Principales resultados


La unión de trabajadores de Claro y las TIC ha avanzado en nuevas afiliaciones entre empresas tercerizadoras ubicadas en ciudades como Bogotá, Bucaramanga, Pereira, Armenia y Medellín, la gran mayoría vinculados durante la campaña de crecimiento ejecutada durante el año. Este paso dado por una organización emergente en el escenario sindical Colombiano constituye un gran avance pues implica el reconocimiento de la necesidad de romper con la falsa idea según la cual estar organizado es solo para trabajadores con estabilidad laboral y se suma a un despertar reciente del movimiento sindical donde a través de cambios estatutarios y planes de crecimiento y negociación dirigidos a este segmento laboral, han abierto la posibilidad de vincular a millones de trabajadores, mejorando sus condiciones de trabajo por vía negociada y abriendo la puerta a acuerdos de formalización, como viene ocurriendo desde diversas ópticas con sindicatos de tradición como la Unión Sindical Obrera en la planta de REFICAR en Cartagena o Sintracolombina en el Valle del cauca.


Se trata de un aporte significativo dentro de la generación de un nuevo sindicalismo en Colombia, que acoja y aprenda a sortear las difíciles condiciones que han impuesto las multinacionales en el mundo del trabajo y las propias tendencias del mercado orientadas por la penetración de las ideas neoliberales en el ámbito laboral. Un nuevo sindicalismo que acoja en pie de igualdad a sus afiliados de diferentes orígenes e incorpore un estilo de trabajo que lleve a restituir y garantizar sus derechos laborales a trabajadores que aportan significativamente a la generación de valor en la empresa, pero no son reconocidos en proporción a su aporte ni en sus más básicos derechos de asociación. 


La generación de una cultura de organización y lucha sindical y la demostración de que si es posible obtener mejoras en las condiciones de vida y trabajo de los tercerizados, son importantes lecciones que esta campaña ha venido legando al sindicalismo Colombiano y que deben ser sistematizadas y reproducidas en otras empresas y ramas de la producción. Particularmente se identifican los siguientes impactos producto del trabajo entre tercerizados: 


a) Incorporación a la estructura orgánica del sindicato de un importante número de trabajadores tercerizados, aumentando los indicadores de afiliación de la campaña, con lo cual se cuadruplico la afiliación total -pasando de cerca de 150 a más de 600 afiliados-. Esto ha implicado el rompimiento del equilibrio interno de las empresas al servicio de claro, que nunca habían confrontado una organización sindical y han construido con los años una cultura organizacional antisindical y basada en el irrespeto sistemático de los derechos de los trabajadores y la normatividad legal al respecto. 


b) Generación de una percepción entre los trabajadores directos de Telmex sindicalizados y particularmente entre su dirigencia -que es donde se concentra la dinámica del sindicato y se puede rastrear su surgimiento- de la necesidad de trabajar en forma complementaria con los tercerizados. Se ha venido logrando progresivamente que la dirigencia sindical monitoree y acompañe el proceso organizativo y de lucha en las empresas donde se ha llegado con la campaña. Se ha sentado además un precedente importante a nivel nacional con la negociación exitosa en la tercerizadora de área técnica Mercattel,  que se ha mostrado como una experiencia exitosa a replicar en otras empresas y desmiente la imposibilidad de obtener mejoras en las condiciones de los trabajadores en empresas tercerizadas. Con la continuidad de procesos de negociación en otras empresas al servicio de Claro, se está contribuyendo a generar una cultura de la negociación, que rompa con la visión de los empresarios sobre que sus empresas, por el modo en que operan y las formas de contratación que implementan, son zonas invisibles donde pueden desarrollar prácticas abusivas con los trabajadores sin ninguna consecuencia.


c) Identificación de una estrategia jurídica que ha rodeado la campaña de afiliación, a su vez que ha permitido el planteamiento de acciones jurídicas de fondo frente a la situación de los trabajadores tercerizados en Colombia. Particularmente en el caso de los trabajadores contratados por la modalidad de corretaje, se ha generado una serie de acciones jurídicas orientadas a dar mayor seguridad a los trabajadores que se ponen al frente de procesos de negociación, proyectando logar que se demuestren elementos como la responsabilidad económica solidaria que le cabría a Claro Colombia con sus empresas tercerizadoras -pues estas reciben más de un 90% de sus ingresos de sus negocios con Claro- y la consecuente declaratoria de grupo empresarial, que obligaría al reconocimiento de mayores derechos laborales para unos 15.000 trabajadores en todo el país, así como las acciones encaminadas a demostrar que el esquema empresarial desarrollado por Claro en Colombia se comporta como una  red de intermediación potencialmente ilegal.


El futuro: la necesidad de la organización sindical entre los tercerizados


El desarrollo de la Unión de trabajadores de Claro y las TIC a escala nacional, si bien está fundamentado en la experiencia de los trabajadores directos al servicio de Telmex, pasa en materia de consolidación organizativa, presencia nacional y generación de prácticas y enfoques novedosos, por expandir y estabilizar la experiencia organizativa entre trabajadores tercerizados. 


El reconocimiento de esta realidad implica acoger como afiliados potenciales de pleno derecho a los trabajadores tercerizados de todas las ramas de la economía, consolidándolos a largo plazo como parte importante de las expresiones sindicales, con capacidad de negociación y movilización y participando activamente de la vida de las organizaciones sindicales en sus instancias directivas, incluso en organizaciones de segundo y tercer grado. En perspectiva, se pueden ubicar las siguientes tendencias y necesidades para lograr tales objetivos: 


-          Dado que la membrecía se comporta positivamente en los primeros acercamientos con los trabajadores de la empresa respectiva junto con las posibilidades de negociación e incidencia, minimizando el riesgo de despido y persecución de trabajadores, se debe avanzar en un protocolo de trabajo con este tipo de empresas, que permita gran agilidad y oportunidad en función de crear espacios de negociación colectiva.
-          Un porcentaje muy significativo de la fuera trabajadora en tercerizadoras, especialmente en área comercial, son jóvenes y adultos de hasta 30 años. Esto implica la necesidad de pensar estrategias organizativas, materiales y formas de comunicación que reconozcan este segmento.
-          En relación con el proceso de negociación respectivo, se debe centrar en el cambio en las formas de contratación, en función de estabilizar a los trabajadores y permitir la continuidad en el tiempo de los procesos organizativos propios del sindicato.
En la medida en que evolucione y se generalice una estrategia organizativa entre trabajadores de los “aliados” que están al servicio de Claro en Colombia, aumentarán tanto las formas de persecución e intimidación a los trabajadores que aspiren a sindicalizarse, como los dispositivos jurídicos que impidan o estanquen la construcción del sindicato. Se debe avanzar entonces en mecanismos de visibilización y defensa de los trabajadores que se pongan al frente del proceso en cada empresa, a su vez que se desarrollan en materia jurídica, de negociación y movilización, acciones emblemáticas que permitan replicar experiencias exitosas y establecer una ruta general de construcción exitosa del sindicato.






Conclusiones


Si bien la irrupción de modelos de gestión empresarial alternativos a la precarización y la deslaboralizacion de la fuerza trabajadora es aun tímida y las novedades jurídicas introducidas en los últimos años en Colombia no han logrado transformaciones significativas en la tercerización y el combate a las formas de intermediación laboral ilegal, la acción de los sindicatos y su despertar a la incorporación en sus espacios de acción de trabajadores tercerizados que hacen parte del esquema de negocio de Claro Colombia es prometedor. En tal sentido es importante valorar la experiencia organizativa reciente al respecto en lo referente a: 


1. La identificación del modelo general de negocio implementado por Claro en Colombia, que expresa la síntesis a que los negocios del grupo CARSO en materia de comunicaciones han llegado sobre como maximizar sus márgenes económicos en lo referente a la gestión de personal, con cargo cada vez más a las condiciones de trabajo de de sus empleados. Este frente de trabajo es importante en tanto permite trazar una ruta jurídica y de acción pública frente a la configuración de grupo empresarial y el establecimiento de las respectivas responsabilidades económicas solidarias.


2. El establecimiento de un protocolo de afiliación y negociación colectiva en las empresas “aliadas” de Claro en el país, de acuerdo a su énfasis de negocio -sea este de naturaleza técnica o comercial-, el tipo de vínculo contractual establecido con sus trabajadores, sus necesidades más sentidas y los liderazgos sindicales emergentes en el proceso.


3. La implementación de acciones preventivas y correctivas en materia jurídica, dada la fuerte reacción antisindical observada de parte de las empresas al servicio de Claro, en función de esclarecer la ruta de acciones legales emblemáticas que sienten un precedente en materia de la eliminación progresiva de las formas de tercerización de actividades misionales permanentes en grandes empresas.


4. El avance hacia acuerdos de formalización laboral en el marco de procesos de negociación directa con las empresas tercerizadoras o puesta en rigor de definiciones legales al respecto, que permitan en el camino mejorar progresivamente las condiciones de vida y trabajo observadas por las empresas.  Particularmente en el caso de Claro, interesa eliminar prácticas de precarización laboral como el uso de contratos de corretaje para velar la relación laboral directa entre trabajadores y empresa.