- La
cada vez mayor cercania de las elecciones a presidencia y congreso actua
como una sustancia enervante sobre algunos sectores politicos, que
sienten desesperacion por quedar eventualmente "por fuera de la foto" si
no se suben al carro de las elecciones. El daltonismo politico, donde
lo amarillo parace verde o lo rojo azul,
suma tanta mas tension al escenario. Dejar que bajen las aguas de la
lucha electoral para que luego de la marejara queden en las playas las
verdaderas rutas a recorrer en funcion de abrir caminos a una
transformacion de la sociedad Colombiana, es un consejo que viene bien a
muchos.
- El cambio de escenario que plantea el denominado
"posconflicto" debe ser un motivo de profunda reflexion entre la
izquierda, sin perder eso si los horizontes. En absoluto la firma de la
paz implicara que tendremos un nuevo pais mejor para los mas sencillos
por decreto presidencial, cuando mas la firma de la paz implicara un
grado de silenciamiento de los fusiles, manteniendo y aun, reforzando
las grandes tendencias del actual modelo economico y politico:
consolidacion de la agricultura comercial, de la vocacion exportadora
basica de bajo valor agregado, del sector servicios como fuente de
empleos inestables y mal pagos. Sin embargo, ser consciente de que la
transformacion nacional y democratica del pais no llegara de la mano de
la mas que la paz, la "No guerra" que esta por venir, no debe hacer
perder de vista a la izquierda que hay que entender como sobrevivir, por
que no, adaptarse al nuevo escenario nacional, en funcion de no
desaparecer y mantener viva la llama del socialismo en el corazon de los
sectores mas avanzados.
- La ratificacion de la sancion del
fascista procurador general sobre el alcalde de Bogota, puede dar de
nuevo un escenario propicio para los estrabismos, daltonismos y cegueras
politicas. Petro, siendo un regular alcalde, mantuvo algunos logros
sociales importantes en la ciudad capital, pero no es en absoluto una
especie de nuevo mesias, ungico por el fuego purificador y heroizante de
la sancion del ministerio publico. Petro se defendera, rodeado de sus
compañeros de proyecto politico como es natural, pero abrir la puerta
por esta via a la "Colombia humana" como maxima aspiracion del pueblo es
vender de nuevo ilusiones a quienes estan indignados por la injusticia y
el irrespeto a las decisiones de los bogotanos en las urnas. Hoy la
lucha, de la que hay que participar sin duda con toda decision, es por
expulsar del estado, las costumbres y el sentido de los Colombianos a
todos los resquicios de fasicsmo y antidemocracia, atrincherados en la
procuraduria y otras entidades de la institucuionalidad. Bienvenida la movilizacion
entonces, pero no para girarle un cheque en blanco a Petro, sino para
plantar cara al lado oscuro y atrazado de nuestra sociedad.